lunes, 14 de mayo de 2012

Capítulo 2: La llegada de un nuevo pueblerino de Sembrando nuestro amor:
Al día siguiente cuando ya era el amanecer,  Kiarina seguía durmiendo de un sueño que ella misma le gustara que fuera verdadero. Soñó que ella y un joven  de estatura alta, con un buen físico, de cabellos morochos lacios cortos, de unos ojos verdes esmeralda como el agua de un país cálido, de piel bronceada, llevaba puesto una remera gris con el logo de unos tiburones y una lancha andando en el agua, tenía puesto unas zapatillas negras.
Ambos estaban en una playa desconocida por su nombre sentados, apoyados ambos sus brazos en las rodillas en donde la arena del mar era tan ligera que se podía desaparecer en cuestión de minutos y con una suave brisa del viento que hacía mover los cabellos de ambos,  mientras miraban el hermoso atardecer que se escondía de a poco del mar.
Al rato el muchacho apuesto la mira a los ojos bellos de la dama y le dijo:- sos la primer chica linda y  honesta que fuiste conmigo y lo valoro mucho- replico con una sonrisa como la de un comercial de dentífrico.
Kiarina ruborizada le contestó:- ah bueno, gracias por lo de linda y lo demás, lo tendré en cuenta Jarino te lo prometo- respondió con una sonrisa.
Posteriormente Jarino le expresó: se esta anocheciendo, no te dejare ir sola ahora, te acompañare hasta tu casa para protegerte, vamos Kia- manifestó lo primero con responsabilidad y lo último un poco de caballeresco.
A los pocos minutos Kiarina se levanta del suelo de la arena y Más tarde mientras caminaban ambos de las manos izquierdas para llevarla a Kiarina a su casa, el clima que antes era un sueño de todos los pobladores de Korifodirto Paridosi donde las nubes nunca estaban en aquel cielo como de pintura, ahora el clima repentinamente se transformó en un mal clima, las nubes empezaron a ocupar todo el cielo y enseguida comenzó a llover.
Kiarina y Jarino se apresuraban en su paso para llegar a la morada de Kiarina, cuando les faltaba pocos metros para llegar a la casa el viento que era antes tranquilo empezó ahora a sesenta km por hora a levantar polvo de la arena,etc. Cuando finalmente lograron llegar a la casa de kiarina y entrar a la vivienda vieron que la casa estaba totalmente vacía, sin ningún mueble de la vivienda.
Kiarina Rápidamente preguntó curiosa adentro de su casa que se oía muchos ecos que ella misma hacía: ¿hola hay alguien? ¿mamá? ¿papá?. De pronto Jarino le dijo:- se habrán ido a hacer las compras, pero ya volverán kiarina, ya volverán- repitió por segunda vez mientras agarró a kiarina para consolarla, para abrazarla...

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