¡Buenos días, buenas tardes o noches, queridos chicos!, ¡Hola, chicos!, ¿Cómo están? Quiero compartir junto con todos ustedes, esta nueva anécdota que recuerdo de mi querido y gran estimado familia.
Domingo, 26 de julio de 1998.
Recuerdo que cuando tenía cuatro años, nos dirigíamos junto con mi querido papá,
—Hijo, quédate aquí parado a lado del auto, para ver estos paisajes.
—¡Sí, sí, papá— Le contesté mirándolo a sus ojos, con una gran sonrisa de alegría.
—
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