domingo, 13 de marzo de 2016

Cuento: Girasoles de amistad. Autora. Isabel Mora.

¡Permiso! ¡Buenos días, buenas tardes o noches, chicos y chicas! ¡Hola, chicos y chicas! ¿Cómo están? Queremos compartir junto con todos ustedes, una dedicatoria especial.

Queremos compartir y presentarles desde la ciudad de Córdoba Capital, Argentina, junto con toda mi familia, con todos mis seres queridos y amigos; para cada una de sus familias, para cada uno de sus seres queridos y amigos, el cuento que se titula: "Girasoles de amistad" y que fue escrito por nuestra gran amiga, la señora: Isabel Mora.

Cuento: Girasoles de amistad.

Autora: Isabel Mora.








Sinopsis: Es la historia de Dos niñas, Un jardinero y un jardín lleno de Amistad.

Personajes:

Jardinero: Hombre con un talento asombroso con plantas y jardines, talento que parece entregado por dioses. Gracias a ese talento lo llaman "El jardinero mágico".

Sol: Niña de corazón puro. Hija de la sirvienta de una gran hacienda. Siempre amigable y muy soñadora. Ella desea algún idea tener un gran jardín de flores (girasoles) al piel del balcón de su cuarto.

Perla: Hija de los dueños de la hacienda. Inconformista y mimada. Siempre trata de imponer su superioridad delante a todos. Con padres adinerados, no tiene que luchar mucho para conseguir lo que quiere.

Autora.............................................. Isabel Mora.

Página 1:

Era una vez, cuando el jardinero salió de su vivienda muy temprano en la mañana y se dirigía a la casa de un rico hacendado para realizar un trabajo que consistía en crear hermosos jardines, esa era su especialidad (Todos los jardines en que habían en esos alrededores los había creado él). Sembraba todo tipo de flores según el pedido de los dueños. Era muy bueno en lo que hacía tanto que muchos lo llamaban: "El Jardinero Mágico", pues las flores que sembraba eran tan hermosas que parecían mágicas.

Ese día en particular, debía sembrar un jardín de Girasoles; Para la niña Perla, hija del hacendado y que dicho sea de paso, era una jovencita caprichosa y altanera a la cual sus padres (por ser hija única) consentían en todo. Esta vez su deseo era tener un jardín de Girasoles al pie de su ventana. ¿Y saben qué? Ni siquiera le gustaban esas flores. Lo hacía únicamente para presumirle a Sol; hija de la sirvienta, ella amaba esa flor, era sin duda alguna su favorita.

Varias veces Perla había escuchado a Sol decirle a su madre que algún día tendría un jardín sembrado al pie de su ventana, pero cual ventana si su habitación ni siquiera tenía ventana, pues era la de el servicio
y la compartía con su mamá.

Por el momento, Solo era un sueño; pero para Perla era solo cuestión de pedírselo a su padre y por eso decidió que quería uno, para ser la envidia de Sol y como sus deseos eran órdenes esa mañana temprano el jardinero
llego a la hacienda para cumplirlo y hacer lo que mejor sabía hacer el más bello jardín.



Página 2:

A su llegada se encontró con Sol, La cual lo recibió con la educación y la amabilidad que la caracterizaban; Fue entonces cuando el jardinero preguntó por la niña Perla y Sol, salió como un rayo veloz a buscarla sin imaginarse para que la solicitaran pero al fin y al cabo eso no era su asunto.

Cuando Perla llego junta al Jardinero hizo detener a Sol que daba la vuelta para retirarse y le dijo:

Perla: - ¿Sabes? El Jardinero ha venido hasta aquí para sembrar un hermoso jardín de girasoles al pie de mi ventana y será el más hermoso de todos; así que permanece junto a él y ayúdalo en todo lo que te
pida.

Esta orden en vez de molestar a Sol la lleno de alegría, sus ojos brillaban y su corazón latía fuerte ante la idea de saber que allí crecerán montones de su bella flor; las cuales regaría, cuidaría y consentiría
como si fuesen suyas.

Con todo dispuesto El jardinero comenzó su labor y Sol estuvo siempre a su lado, sonreía, charlaba, ayudaba y contemplaba con ternura las diminutas semillas que después del tiempo necesario se convertirían en
hermosas flores amarillas. Su entusiasmo era tal, que el jardinero quedó maravillado cuánto amor sentía esa  niña por esa flor que era solo una simple semilla.

En tanto que Perla lejana y distante observaba perpleja y enojada la dicha de sol ante ese puñado de semillas secas; pues solo eran para Perla.

El jardinero concluyo con éxito la primera parte de su trabajo, todo estaba listo. El jardín sembrado y cercado para marcar el tamaño.



Página 3:

Fue entonces cuando este le pidió a la Niña Perla que se
acercara y le dijo:

Jardinero: - Como puede usted observar he terminado la primera parte de su jardín, el resultado será visible en tres meses. Pero hay algo muy importante que debe hacer durante este tiempo para que su jardín sea
el más hermoso de todos. A tales palabras Perla con asombro y sin dejarlo terminar
replicó:

Perla: - ¿Algo que yo debo hacer? ¿Qué será?

Jardinero: - Pues deberá regar el lugar con las medidas que dejo aquí detalladas (dijo mientras extendía una hoja con instrucciones) además tienes que pasar algo de tiempo aquí, hablarle y cantarles a las semillas
sembradas para que al germinar puedas disfrutar de la magia de una flor especial sembrada para ti.

Estas palabras del jardinero en vez de alegrar a Perla la enfurecieron y sin el más mínimo respeto, ni muestra de educación le grito al Jardinero diciendo:

Perla: – Esta usted loco de atar, Si pretende que yo haga tal ridiculez de hablar como demente una tierra sembrada de semillas secas, además: ¿No se supone que mi padre le pago para que haga su trabajo y creara para mí un hermoso jardín? Su furia era tal que su cara se puso roja como un tomate,
pero el jardinero con voz apacible y suave le dijo:

Jardinero: – Disculpe Niña Perla de ninguna manera era mi intención incomodarla, pero es que cuando su padre me contrató.     



Página 4:

Jardinero: – Me dijo que hiciera algo especial y único pues aunque desconocía su gusto por los Girasoles pensó que era un deseo de su corazoncito Tierno, así dijo su padre y por lo tanto debía de ser único, y
déjeme decirle que tengo mucho tiempo en este trabajo y hay jardines que son solo adornos, pero en esos Jardines especiales siempre busco la participación de los dueños (En este caso usted) lo que permite que el resultado sea inigualable por el amor transmitido por la persona que gusta de dicha flor tan Importante.

Para cuando el discurso del Jardinero termino Perla había cambiado su rostro, Ya no estaba enojada. Ahora se le veía Perpleja y sin nada que decir así que con la cabeza agachada y un nudo en la garganta dijo:

Perla: – La verdad es que ni-siquiera sé si me gusta esa flor, jamás la he tenido en mis manos, para mí es una flor pero es que escuchaba tanto a Sol hablar de ella (que si sus pétalos, que si miraba al sol) entre tantas cosas más, que decidí pedir un jardín para mi así demostraba que
era superior y que puedo tener lo que desee. ¡Qué tonta soy!

Fue entonces cuando Sol que había estado todo ese tiempo en silencio contemplado el episodio, Se acerco y sacando un bello pañuelo blanco de su bolsillo el cual tenía un hermoso Girasol bordado a mano por ella, y se
lo ofreció a Perla para que secara sus lágrimas. Fue entonces cuando dijo con voz tímida:

Sol: – Niña Perla, por favor le suplico que me permita cuidar el jardín, ya la tierra está sembrada y todo está listo, no sería justo que se desbaratara la obra, Ya verá será el más hermoso y va a terminar gustándole a
usted también.



Página 5:

En ese momento la Niña Perla que mantenía la cabeza agachada
levanto su mirada y mirando a Sol le dijo:

Perla: – ¿Qué te parece si lo hacemos juntas? Será una gran aventura y tú me enseñaras a amar esa flor tanto como la amas.

La sonrisa mas radiante estaba en los labios del sol, no podía creer que en un solo día se realizarían dos de sus sueños; Primero: Saber que crecerá y cuidara de un jardín repleto de
su flor más amada. Segundo: Compartir lazos de amistad con Perla.

Pues aunque crecían en el mismo lugar y tenían la misma edad, Había una gran barrera entre ellas llamada: Clase social.

Pues era inconcebible para Perla que la hija de la sirvienta fuera su amiga, aunque en el fondo de su corazón era lo que más deseaba.

Y así fue como comenzó lo que sería la más bella amistad.

Perla lamenta haberse perdido de tener la más tierna, sincera y especial amiga que se podría esperar, y a su vez; Sol conocer la maravillosa persona que era, Perla.

Aquel jardinero entendió que aquel día había sembrado y preparado el mejor, más especial y mágico de los jardines, por eso con el consentimiento de las Niñas le puso por nombre: Jardín – Girasoles de Amistad.



Página 6:

Día a día con el amor de las niñas iban germinando las plantas que cada vez se hacían más grandes y bellas como mismo crecía el Cariño, Respeto y Unidad en ellas. Se contaron muchos girasoles que se veían
mágicos y hermosos mirando hacia el sol.

Fin.

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