martes, 29 de mayo de 2012

Capítulo 1: La llegada de aguas nuevas de El bote de los once:
Todo comienza en un amanecer tan bello, en una aldea que se llamaba Brivoci Everygray donde al principio del ingreso al pueblo había un enorme portón blanco con partes beiges, con una manija azul para abrirlo y cerrarlo. También había un letrero de madera clara pintada con unos colores verdes claros con partes rojas fuertes colgado en una de las ramas de un sauce muy alto decía:- Bienvenidos a Brivocik Everygray con letras en cursiva en negras.
Al rato en el camino un señor joven llamado Cerino Volpironir, de unos veinte y tres años, de cabellos grises lacios cortos, de unos ojos verde muy lindos, de piel pálida, con un anillo verde oscuro en su dedo índice izquierdo, Tenía puesto una chaqueta azul con un vaquero negro y con zapatos negros dirigiéndose hacía la entrada del pueblo en su automóvil dorado con partes naranjas mientras llevaba puesto su  cinturón negro puesto para continuar conduciendo.
A los pocos instantes mientras Cerino seguía conduciendo su vehículo con ambas manos, se le cruza en medio de su recorrido una señorita jóven de cabellos ondulados rojizos, de piel canela, llevaba puesto un vestido ocre con partes verdosas-blanquecinas y unos zapatos negros que seguía corriendo de un señor mayor que la perseguía por detrás.
De repente Cerino pisa el freno de su auto y le exclama a la dama:-!!!cuidado!!!- exclamaba un poco asustado provocando un sonido no muy agradable y un pequeño impacto del golpe que él daba hacía adelante del vidrio de su auto y Más tarde regresaba hacía su posición normal de conductor.
Enseguida la señorita tirada a un lado de la calle, Cerino de inmediato pone las balizas de su auto, se saca el cinturón, se baja de su automóvil, va hacía donde estaba la señorita y le pregunta:- ¿está bien señorita? ¿la puedo ayudar?- preguntaba preocupado y con una mirada no muy alegre.
La joven un poco rebelde lo mira a su rescatador y le contesta:-nono gracias, estoy bien, son solo unos pequeños golpes que tengo, no se preocupe- dijo despreocupada.
Cerino le dijo insistiendo:- déjeme ayudarle, en serio, la llevare hasta el hospital que conozco de acá y después no la molestaré más, se lo prometo- replicó responsable.
La muchacha desconocida acepta por última vez las palabras de Cerino y le contesta mientras él la ayudaba de a poco a levantarse:- me llamo Almidela Rudiserioni-manifestó de buenos modales.
él le contestó con una sonrisa blanqueadora:- me llamo Cerino Prodinedor, encantado de conocerla señorita Rudiserioni y perdón por casi atropellarla- dijo cortesmente.
La señorita con una mirada de dulzura le replica a Cerino:-mucho gusto en conocerlo y no se preocupe por el señor que me seguía era alguien que me molestaba hace mucho tiempo, pero por suerte llegó usted y apenas el otro señor lo vio a usted se fue corriendo para otro lado del pueblo- expresó con una pequeña sonrisa que se ocultaba en sus bellos ojos avellanas.
Posteriormente Cerino la levanta en sus brazos a la dama, se acerca hacía su vehículo con ambos brazos con la joven, abre la puerta del acompañante de su auto, la acomoda con cuidado en el asiento de su acompañante como si fuera una mujercita de cerámica, Luego le pone el cinturón negro a la hermosa muchacha.
A los pocos minutos cierra la puerta derecha de la dama, Luego dobla por detrás del vehículo suyo hasta que llega hacía la otra puerta del conductor, la abre nuevamente, se sienta en su asiento, cerra su puerta, aprieta el botón de las balizas para apagarlo, Luego se pone otra vez su cinturón Cerino y A los pocos segundos arranca nuevamente su medio de transporte llevándola a Almidela al hospital más cercano de la aldea para ver si tenía algún hueso roto,etc.

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