martes, 31 de enero de 2012

Capítulo 3: Amor ¿en la granja? de La Fuente que nunca debí romper:
Al día siguiente Josefina se despierta, va a una de las valijas suyas que tenía nuevas ropas, se cambia de ropa, la vestimenta nueva que tenía era un pantalón blanco con una remera floral y unas zapatillas verdes para irse al pueblo a cabalgar, Oscár ya estaba despierto en la cocina desayunando un café con unas galletas, Oscár le pregunta a Josefina: ¿ a donde vas hija? preguntaba fisgoneosamente. Josefina avanza hasta la puerta del living para salir y le responde:-voy a cabalgar-dijo contenta, Oscár la miraba seriamente a los ojos y le responde:-no puedes ir a cabalgar sola- dijo un poco cortante, Josefina le pregunta:¿por qué no puedo ir a cabalgar sola?-preguntaba casi molesta,el padre nuevamente replicó:- porque ni siquieras conoces a nadie de los habitantes de este pueblo y ya quieres ir a cabalgar- dijo pesado.  luego agregó:-ya no soy mas una niña por si no lo notaste, ya soy casi una mujer- dijo rebelde, luego Josefina abrió la puerta de la casa, salió afuera, cerró la puerta principal de la morada con furia , Más tarde cerró el portón despacio y fue rumbo al pueblo a una granja que había en 12 km a cabalgar. mientras tanto salió de su casa y luego mientras caminaba sobre las calles de tierra del pueblo con un poco de calor a la mañana y con poco viento que hacía mientras escuchaba unos trotes que se acercaban hacía ella, Josefina empezó a correr hasta que llego al pueblo. cuando llego al pueblo corriendo rápidamente se escondió detrás de unas plantas de un negocio que alcanzó a ver que se llamaba el almacén de don Tridipre para que no la viera el jinete desconocido, cuando se escondió echo una mirada detrás de las plantas para ver al joven y se preguntaba a ella misma en su cabeza: ¿quién es? ¿qué querrá de mí?- se preguntaba interesada, el poblador era un poco alto, de cabellos marrones cortos ondulados, de ojos verdes, la vestimenta que llevaba puesto Lucrecio era un pantalón gris con una remera blanca, unas botas de vaquero con partes azules y unas espelas de cada bota . Al rato el poblador se acercaba al joven y le pregunta. ¿como estás Jarencio?, ¿que vienes a hacer al poblado Jerry Verinutio? preguntaba curioso el habitante mientras lo miraba arriba del caballlo al cabalgador. el caballero al rato se bajó de su caballo. Josefina vio al joven de unos 16 años de cabellos cortos pelirrojo lacios de ojos negros y de su vestimenta de vaquero. Más tarde Jarencio  le responde con su voz gruesa:- bien bien Lucrecio y lo que vengo a hacer a este pueblo es quedarme por un tiempo para ayudar con una granja que creo que esta a 12 km si no me equivocó.- decía alegremente Lucrecio lo mira y  le agrega:-no te equivocas Jarencio, y si, si es verdad, hay una pequeña granja aquí a 12 km donde hay distintos animales y distintos labores de granja. Luego Jarencio le pregunta¿ no vio a una joven señorita de cabellos pelirrojos cortos por aquí?- preguntaba serio dirigiendo su mirada hacía Lucrecio. Lucrecio rápidamente ve a la jóven detrás de unas plantas, la jóven le hace con el dedo índice que diga que no. luego vuelve su mirada hacia Jarencio y le contesta:-ehh, no, no he visto a la señorita que usted me habla señor-contestó un poco nervioso. Jarencio lo mira desconfiando a Lucrecio pero al rato cambia su cara de escéptico y le dice:-si la ve otra vez que pase por aquí. Jarencio sacó de su lado derecho del pantalón vaquero una tarjeta, una vez que se la entregó a Lucrecio le dice:-dele esto que segura a la dama le va a interesar-dijo sonriendo. Lucrecio asintió con la cabeza, luego Jarencio se subió nuevamente a su caballo, una vez que se subió le dijo a Lucrecio:-no se olvide-dijo un poco feliz, luego con sus espuelas salio como un rayo rumbo a la granja. Lucrecio mientras veía que el joven jinete se había ido, se acercó a la muchacha donde estaba detrás de las plantas y le dijo:-no le comentes a nadie de que viste a este chico y también de que no me has visto a mí-dijo serio. Josefina salió detrás de las plantas y le dijo con una sonrisa de una niña tierna:-gracias por no decirle al jinete desconocido de que estaba detrás de estas plantas, Más tarde estrecho su mano derecha, lo mira a lucrecio en los ojos y le dice:-soy Josefina Rifarinde, nueva hace poco tiempo en el pueblo-dijo alegre. Lucrecio hizo lo mismo que Josefina mirándola a esos ojos bellos:-soy Lucrecio Weridiom, dueño del almácen del frente mientras le señalaba a ese almacén de colores azules con partes púrpuras con su dedo indice. Josefina luego le pregunta: ¿quién era el jóven con el que usted estaba charlando? preguntaba curiosa, Lucrecio le réplica:- el chico que viste que charlaba conmigo se llama Jarencio Adevopizi, aquí lo conocemos desde que era pequeño venía con su familia en el verano a vacacionar- dijo con tristeza lo último que dijo. Josefina le pregunta: ¿y que le pasó a su familia si me quiere contar? preguntaba un poco severa. Lucrecio le contesta:-sus padres fallecieron en una ruta cuando el tenía catorce años, desde ese momento la abuela paterna crió a Jarencio hace tres años, pero luego de criarlo a jarencio su abuela esta internada en la ciudad en un estado muy grave, él era el único hijo de que tenían-dijo afligido, luego añadió otro tema con una cara feliz:- es un chico que viene algunas veces al pueblo de vacaciones a ayudar con la granja y a instalarse en el pueblo por un tiempo-dijo un poco feliz. Al rato se acordó Lucrecio de darle la tarjeta a Josefina:- Josefina, ten esto, Lucrecio saca de su pantalón gris en la parte izquierda la tarjeta de Jarencio y se la entrega a la jóven damisela, luego incorporó:- Jarencio me la dio a mí para que te la entregue a vos- dijo con buen humor. Josefina lo mira a sus ojos y le manifestó:- gracias señor Lucrecio- dijo con su voz de una niña dulce mientras se guardó la tarjeta del jinete en la parte derecha de su pantalón con cierre, Luego se acercó a Lucrecio en su mejilla a darle un beso por la tarjeta nuevamente y después de darle el beso en la mejilla se fue rumbo corriendo a la granja. Lucrecio más tarde se da vuelta y ve a la señorita que se va corriendo rumbo a buscar al lacero. Ulteriormente Lucrecio se va a su almacén caminando rápidamente a atender a sus clientes. mientras Josefina seguía corriendo le recordaba en el camino la imagen de su nuevo "novio" en su cabeza, si el caballero aceptaría a estar con una señorita hace poco mudada en el pueblo. cuando llegó a la granja vio unas tranqueras blancas cerradas, unos árboles gigantes que eran palos borrachos. luego Josefina golpea con las manos y pregunta: ¿ hay alguien aquí?,¿hola? ¿hola?- preguntaba a los gritos desinteresada. hasta que ve al muchacho que sale de una pequeña casa al frente mientras se acercaba a las tranqueras a abrirlas donde a cinco metros estaba el caballo del jóven, cuando se acerca el muchacho a las tranqueras le pregunta a la joven: ¿te conozco o te vi en un lugar a vos?-preguntaba interesado, Josefina le dijo mirándolos a los ojos:- pues si, cuando venía para acá, para la granja porque me gusta ayudar a los animales a darles de comer,bañarlos, hacer los labores del campo,etc-dijo con una sonrisa. el joven le abre las tranqueras, deja pasa a la señorita, cierra nuevamente las tranqueras rápidamente para que no se escapará el caballo, Más tarde Josefina le estrecha su mano y le dice:-soy Josefina Rifarinde- decía con felicidad, el joven pone un pie, la mira a esos ojo bellos de la dama y le dice:- soy Jarencio Lucefindo Adevopizi, encantado de conocerla mientras le beso su mano derecha-dijo con gusto, luego se levantó Jarencio, Josefina se puso ruborizada por el beso en la mano. Posteriormente ambos se fueron caminando hasta la pequeña casa de la granja donde primero le abrió la puerta a Josefina, Josefina le dice:-gracias, muchas gracias-decía como una reina. adentro de la diminuta casa tenían unos cerámicos de los pisos de colores granates, las cortinas del living eran de colores cobres con una ventana que daba vista al campo , a los caballos,etc, las mini cortinas azures de la cocina que daban a las tranqueras con unas ventanas pequeñas, la habitación primera para visitas era de colores cianes, la segunda habitación era de colores glicinas,etc. el jóven ve que Josefina se estaba por sentar en una de las sillas doradas, le abre la silla, luego cuando se sienta Josefina le dice:-sos muy caballeroso conmigo, seguramente muchas de tus amigas o novias te lo habrán dicho- le decía sonriendo a Jarencio, Jarencio le réplica:-gracias Josefina por el comentario, lo valoro mucho y siempre lo tendré en cuenta-dijo con una cara de felicidad que se le notaba, luego añadió:- no muchas amigas mías me decían lo mismo que me dijiste como vos y nunca he tenido ninguna novia-dijo esta vez un poco triste lo último. Josefina al escuchar la repuesta le dijo:-oh, lo lamento, no sabía-decía esta vez un poco frustada. Más tarde Jarencio cambió de tema y le pregunta a Josefina:¿ vives aquí o vienes de otro lugar, de otra ciudad? preguntaba curioso mientras le preparaba mate con unos bizcochos que tenía. Josefina le contesta:-si, si, vengo de otra ciudad con mi familia a quedarme en el pueblo para siempre-dijo contenta. luego añadió una pregunta Josefina: ¿ y vos, hace mucho tiempo que vivís en este pueblo o venís de otro lugar o de otra ciudad?- preguntaba indiscreta mintras miraba que ya estaba listo el mate y los bizcochos. Jarencio le contesta:-no vivo en este pueblo, vengo en cada verano a descansar y a ayudar con las tareas campestres- dijo alegre. Más tarde Jarencio llevó el mate con los bizcochos a la mesa donde esta la muchacha, Jarencio se sienta en otra silla, le entrega el mate sentado mientras se lo pasa para que lo tome, Josefina agarra el mate y empezó a sorber el mate mientras comía dos o tres bizcochos mientras tanto Jarencio le preguntaba: perdón por la pregunta, pero ¿tenés novio?-preguntaba curioso mientras la miraba a esos hermosos ojos de la jóven. una vez que la jóven terminó de comer los bizcochos le responde:-no, no está bien, no tengo novio, bah en realidad nunca tuve -dijo un poco melancólico lo último. Jarencio a darse cuenta de la situación le dice:-bueno, se esta haciendo de noche.Posteriormente le pregunta a Josefina: -¿querés que te lleve a caballo conmigo hasta tu casa?-preguntaba educado, Josefina dejó un lado a los bizcochos y mira por la diminuta ventana el ocaso que se escondía, luego le réplica:- bueno-dijo sonriendo. Jarencio la mira a los ojos:- ok, vamos que te llevo a tu casa-dijo feliz también. Josefina se levanta de la silla, mientras Jarencio hacía lo mismo, luego Jarencio guardó las llaves de la apertura principal de la casa en la parte izquierda de su vaquero, más tarde salieron caminando hasta llegar a las tranqueras donde estaba su caballo. Josefina cuando llegó a las tranqueras, las abrió, luego Jarencio se montó arriba de su caballo, salió, Después Josefina cerró las tranqueras, luego se acercó al jóven sentada arriba del caballo la ayudó a montarse. luego Jarencio le dijo:-sujetate de mi cintura así no te caigas-dijo un poco mandón, Josefina obedeció las ordenes del jóven. Más tarde Jarencio con sus botas de vaquero y con las espuelas le pegó al caballo y se fueron galopando en el camino mientras el jóven ya tenía agarradas las riendas del caballo mientras llevaba a la señorita a su casa. Una vez que llegaron a la casa y mientras detuvieron al cabalo, Jarencio le dice:-ahora te puedes soltar si quieres-le dijo sonriendo volteando. luego jarencio se baja del caballo mientras Josefina se agarraba de la montadura del caballo. Janrecio la mira y le dice:-baja tranquila- le dijo seguro. Josefina a escuchar el mandato se baja del caballo mientras Jarencio veía que el momento maravilloso que pasaban en cinco minutos se esfumó cuando se presentó el problema, el problema era que Josefina no podía bajarse del caballo porque por poco se caía del caballo. Jarencio vio lo que iba a pasar y fué a rescatarla como si fuera una niña, cuando se cayó del caballo, Jarencio abre sus brazos, la jóven cae en los brazos del joven y le pregunta: ¿ te lastime, estás bien?-preguntaba curiosa. Jarencio la mira a los ojos y le dice:-no te preocupes, no me lastimaste, se que no fué tu intención de soltarte a propósito del caballo, fué solo un accidente nada más pero estoy bien, bien- agregó lo último sonriendo. Al rato Jarencio baja a la señorita de sus brazos, luego apoya un pie, le besa su mano derecha nuevamente y le dice:-buenas noches Josefina.dijo con esos dientes blancos de diamantes. Josefina le agrega:-buenas-dijo contenta, luego rápidamente Jarencio no la deja terminar su frase, la agarra a la jóven de la cintura del nuevo y se dan un beso largo como un beso de una telenovela. Más tarde Jarencio paró de besar  y le dice:-perdón, perdón, fue sin querer-dijo un poco arrepentido, luego deja a la señorita en la posición que estaba, después le da un beso en la mejilla, se sube nuevamente a su caballo y le dice:- la pase muy bien hoy con vos Josefina, espero que pronto nos volvamos a ver-dijo montado arriba sonriendo. Josefina le contesta:-por supuesto que nos volveremos a ver Jarencio, buena noches- dijo sonriendo y a la vez feliz. Posteriormente Jarencio voltea, ve a la jóven que la saludaba con su mano derecha y luego con sus espuelas le pega otra vez al caballo y no menos de cinco segundos se va trotando nuevamente a su casa. cuando Josefina va caminando hacía la entrada de su casa, llega unos metros a la puerta, luego golpeó la puerta para que la abrieran.otra vez que le abrió la puerta su padre, Oscár deja entrar a su hija, luego cierra la puerta furiosamente y le preguntaba desesperado mirándola a los ojos: ¿hija, donde te habías metido? me tenías preocupado- dijo lo ulteriormente enfurecido. luego le pregunta añadiendo: ¿ te parece que son estas horas de la noche que llegas a tu casa?- preguntaba enojado Oscár. Josefina le contesta:- no papá, pero solamente me fui al pueblo y a la granja como te lo había dicho antes a andar a caballo dijo un poco molesta y rebelde su hija... o a caso no te acordas?- le preguntaba desafiando lo último Josefina a su padre contemplando sus ojos hermosos. Al rato Oscár le dijo con un tono de fastidio a Josefina:-ahora te vas a tu habitación a pensar de lo que hizo señorita mientras hacía con su dedo índice de que se marchará hacía su habitación. Josefina obedeció las ordenes de su padre, se fué a su habitación la cerró a la puerta furiosamente, se echó a su cama llorando que decía susurrando:- volveré a verte Jarencio, volveré a verte aunque tenga que cometer locuras para verte de nuevo, pero volveré a verte y nuestro amor no será obstaculizado por nadie te lo prometo, snif, snif-decía susurrando mientras continuaba llorando se notaba  en su rostro un poco rojizo por llorar y por las lágrimas que le caían a su cara, en seguida  paro de llorar...

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