viernes, 4 de julio de 2014

Recuerdos de abuelos: año 2008

¡Hola chicos!, ¿cómo están? Quiero compartir junto con todos ustedes, esta nueva anécdota que recuerdo de mi querida y gran estimada familia.

domingo, 18 de mayo de 2008.

Recuerdo que estábamos en el comienzo de la estación del otoño, casi toda mi familia en la casa de mis tías, para celebrar tanto el cumpleaños de la Tía Tita, como el mío en su morada. Una vez que todavía mi familia habían llegado alrededor de las seis y media de la tarde (el horario que iba ser el inicio de la celebración de nuestros cumpleaños). Cuando llegué a su morada, de pronto me dirigí hacia el timbre que tenía en la pared su morada, varia veces para tocarle como a su vez avisarle que había llegado ahí.

En esos precisos momentos, cuando de repente nuestra querida tía que se llama Tía Cuca, salió de su residencia con un piloto color marrón oscuro que le llegaba hacia las rodillas y a su vez cubriendo gran parte de su cuerpo con su mano derecha, una extrema bufanda de seda, color rojo bermellón, quien le cubría gran parte de su cuello, por los fuertes y gélidos aires que hacía en aquel día, para hacernos ingresar amablemente hacia su casa... para hacernos pasar esa tarde - noche especial muy bien y feliz rodeada con toda la familia.

— "¡Holaaa, tía"!— Dijimos casi todos al mismo tiempo, con un tono unísono de corro.

— "¡Hola, chicos!, ¡Hola!, ¡Che, chicos!, ¡Che, José Luis! por favor pasen adentro y vengan, vengan caminen rápido porque junto con Tita en muy pocos y breves minutos, soplaremos las velitas" "¡Che, chicos!, por favor pasen adentro y vengan, vengan caminando rápido porque junto con Tita en muy pocos y breves minutos, soplaremos las velitas"— Nos replicó nuestra querida y gran estimada tía con un tono de voz muy entusiasta y dichosa, mientras que ella se dirigía caminando por los largos pasadizos hacia la cocina, para traer las dos tortas a una de las mesas principales que se encontraban en el living de su residencia.

— "¡Bueno Cuca, no hay problema!, "¡Chicos!, ¡Chicos, basta!, ¡Vamos!", vayamos pasando adentro por favor, porque el clima se está poniendo muy frío, muy helado y luego ustedes dos se van a enfermar, háganme caso por favor"— Replicó nuestro querido papá mientras que mi hermano menor un poco enfadado, se dirigía ingresando a la casa de nuestras queridas tías un poco enfurecido, mientras que yo me encontraba muy feliz, entusiasmado, contento y una infinidad de sentimientos que en esos precisos minutos, no los podía seguir describiéndolos, ya que el momento de cortar y repartir cada uno de los pedacitos de la torta, había llegado y empezado.

2 comentarios:

  1. Wow...hermosa anécdota querido Nico, me encanta el poder leerte son increíbles tienes una gran familia, gracias por compartir las con nosotros. Un fuerte abrazo para tan hermosa familia y para ti.

    :Vero :)

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    1. ¡Gracias Vero!. ¡Muchas gracias querida amiga por tus palabras!, Las aprecio mucho. Me alegro mucho de que te haya gustado esta nueva anécdota :).


      Te mandamos infinitos saludos y abrazos argentinos toda mi familia, amigos y vecinos para toda tu familia, amigos, vecinos, seguidores y principalmente para vos :).

      Te queremos mucho querida y gran estimada amiga Vero :).

      Nico :).

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