martes, 8 de julio de 2014

Recuerdos de abuelos: año 1996

¡Buenos días, buenas tarde o noches, queridos chicos!, ¡Hola, chicos!, ¿Cómo están? Quiero compartir junto con todos ustedes, esta nueva anécdota que recuerdo de mi querida y gran estimada familia.

Sábado, 21 de septiembre de 1996.

Recuerdo que junto con mis queridos papás nos dirigíamos en aquella noche en el automóvil por la ruta, hacia la casa de mis abuelos paternos para visitarlos.

Repentinamente, en medio del largo e interminable trayecto, mientras que mi querido papá y mi mamá se encontraba muy atenta para observar si íbamos bien por el camino que el mapa nos iba indicando. De pronto pedía entre enojado que me dieran una pequeña galleta o un pequeño vaso con gaseosa.

— "¡Nico!, espera un segundo mi amor, porque ahora tanto yo como tú papá estamos muy ocupados, ¿sí? —"Ahora espera que ya... en cuestión de unos muy breves y pequeños minutos, llegaremos a la casa de tus abuelos, hijo. Ten paciencia, querido hijo, ya llegamos" — Me replicó volteando su mirada detrás del asiento del acompañante del conductor, para serenarme con sus cálidas palabras.

En esos precisos minutos, cuando mi madre me respondió con su tono de voz tan tierna, me acosté puesto con el cinturón de seguridad encima del asiento trasero del acompañante, mientras oía como el vehículo en el cual viajábamos se había detenido por completo en el borde de la acera de la vereda.

—"¿Quién paró en la acera de la vereda, querido mío?"

—"No sé, querida... Espérame a que me fije quien es o quienes son— Contestó con un tono de voz pacificador, mientras que a pequeños pasos que él daba hacia una de lasventanas, observaba como un pequeño grupo de dos personas con una diminuta personita se aproximaban hacia el timre, para que les abriera las puertas de su hogar.

— ¡Ring!, ¡Ring!.

— ¡"José!, fíjate muy bien y con mucho cuidado querido mío, quien es o quienes son"—Suplicó con un poco de temor mi abuela paterna hacia su esposo, quien luego de levanto de la silla para alzar las llaves que se encontraban en la máquina de coser

— "¿Quiénes son"?—Cuestionó con un tono de voz preocupado, nuestro querido y gran estimado abuelo.

—Somos nosotros papá... Tú querido hijo, Liliana y Nico— Respondió mi padre con una gran e inmensa alegría, parado como a su vez sosteniéndome entre mis brazos, mientras que él cada cinco minutos, me observaba de reojo con una gran e inmensa alegría hacia ese joven ángel, para saber sobre como me encontraba durmiendo. 

—"Abriles querido, abriles por favor"—Pidió con un tono de voz muy dulce nuestra querida abuela paterna.

—"Ah bueno, espérenme un minuto por favor, ya les abro, chicos"—Nos dijo con un tono de voz de complacido.

—"¿Te has fijado si el auto tiene muy bien cerradas las puertas, mi amorcito?"—Consultó con un tono de voz de desasosegado, mi padre quien me tenía adormecido entre sus brazos mientras que mi mamá se marchaba hacia las puertas del vehículo para verificar que estuvieran muy bien cerradas.

 —"Sí, José Luis, están muy bien cerradas las puertas".

—"Ahí les abro, chicos. Esperen que hasta que encuentren la llave... ahí... ahí estamos". "¡Hola, hijo! ¿Cómo estás?, ¿cómo les fue en el viaje?".

—"¡Hola papá y bien... bien nos fue en el viaje, solamente había poco tránsito en las rutas, pero nos fue bien jajaja".

—"Me alegro mucho de que les haya ido bien"— "¡Hola Lili!, ¡Hola querida!, ¿cómo estás?"

— ¡Hola, José!, muy bien, hablen muy bajo y no hagan mucho alboroto, porque Nico está dormido".

— ¡Oh, perdón!, no lo sabía, bah en realidad, no lo sabíamos; ¡Hola, Nico!, ¡Hola querido!, ¿cómo estás?— Me preguntó mi querido abuelo estirando de un lado hacia el otro, su reluciente sonrisa, mientras que yo de a poco abría mis ojos luego de haber tenido esos largos y profundos sueños de las carreteras, observaba inocentemente al rostro de "El tata", como él de a poquito, me bajaba hacia el suelo de la cocina desadormecido; para que después él me levantara nuevamente y así jugáramos por unos largos ratos, al trote del caballito.

2 comentarios:

  1. Hermosa anécdota mi querido amigo, tienes una gran familia Nico, gracias por compartirla, me encanto el poder leerte, Un abrazo muy fuerte para tan linda familia y para ti.

    :Vero :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Gracias Vero!. ¡Muchas gracias querida amiga por tus palabras!, Las aprecio mucho. Me alegro mucho de que te haya gustado esta nueva anécdota :) :).


      Te mandamos infinitos saludos y abrazos argentinos toda mi familia, amigos y vecinos para toda tu familia, amigos, vecinos, seguidores y principalmente para vos :).

      Te queremos mucho querida y gran estimada amiga Vero :).

      Nico :).

      Borrar