¡Buenos días, buenas tardes o noches, queridos chicos!, ¡Hola, chicos!, ¿Cómo están? Quiero compartir junto con todos ustedes, esta nueva anécdota que recuerdo de mi querida y gran estimada familia.
Lunes, 1 de marzo de 1999.
Recuerdo que estábamos Pasados unos segundos después, cuando casi toda la sala roja y amarilla se sentaron, las jóvenes empleadas del local les trajeron amablemente las cartas de los menús y entre medio de los acuerdos para saber que hamburguesa íbamos a comer, las jóvenes señoritas maestras se decidieron consultándonos a nosotros varias veces, que íbamos a comer una hamburguesa con queso y sin condimento.
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